martes, 18 de septiembre de 2012

Según experta de la OIT los acuerdos de negociación colectiva reducen la desigualdad salarial y contribuyen a la productividad y la competitividad

Debilitar o descentralizar los acuerdos de negociación colectiva, como han hecho algunos países durante la crisis, puede generar mayores desigualdades en los ingresos inestabilidad social, según ha advertido la Organización Internacional del Trabajo (OIT).


Descentralizar el proceso y permitir que las empresas negocien sin acuerdos sólidos nacionales y sectoriales aumenta la presión sobre los salarios y las condiciones de trabajo, ha asegurado Susan Hayter, especialista de la OIT en relacionales laborales y de empleo.

Según explica la OIT, el incremento pronunciado de las desigualdades salariales en Estados Unidos y el Reino Unido durante los últimos años puede estar relacionado con una disminución de la afiliación sindical y a la consecuente reducción de la cobertura de los acuerdos de negociación colectiva.

Pero cuando existe un apoyo político significativo a los mecanismos de negociación colectiva, como en Dinamarca, Finlandia, Francia, Países Bajos y Suecia, la diferencia entre los salarios más altos y los más bajos es mucho menor. Según Hayter, la posición de la OIT en esta materia es clara: corresponde a las partes decidir a qué nivel desean negociar.

Durante la crisis, muchos empleadores, gobiernos y sindicatos reconocieron que la negociación colectiva fue una herramienta eficaz para adaptarse a las condiciones económicas y permitir que las empresas se mantuviesen en activo.

Acuerdos nacionales y sectoriales proporcionaron un marco dentro del cual las empresas pudieron elaborar su propia respuesta, reduciendo los costos y al mismo tiempo evitando los despidos y protegiendo los salarios.

Susan Hayter señala que se pueden encontrar ejemplos en países europeos como Alemania, Austria y Bélgica, y en otras regiones en países como Sudáfrica, Brasil y Argentina.

Lejos de arrastrar las empresas hacia abajo y reducir la productividad, existe abundante evidencia de que los acuerdos de negociación colectiva reducen la desigualdad de los ingresos y contribuyen a la productividad y la competitividad.

Cuando los cambios en la organización del trabajo son negociados con los trabajadores y sus representantes, con frecuencia contribuyen a mejorar el rendimiento de la empresa.

Mientras que los salarios y las horas de trabajo continúen siendo los principales temas de la negociación colectiva, el proceso será utilizado cada vez más para hacer frente a las preocupaciones específicamente vinculadas con la crisis económica mundial. El salario se relaciona con la productividad y los acuerdos sobre horarios laborales flexibles se negocian para conciliar el trabajo y la vida familiar.

Para ofrecer una respuesta a los cambios tecnológicos y a la creciente inseguridad laboral, hoy en día las agendas de la negociación colectiva incluyen la formación y el aprendizaje a lo largo de la vida. Esto ha funcionado particularmente bien en Europa, donde los países que tienen interlocutores sociales fuertes y un apoyo institucional sólido para la negociación colectiva han logrado, mejor que otros, establecer un marco que favorezca la formación profesional continua, que beneficia tanto a las empresas como a los trabajadores en momentos de incertidumbre económica permanente.

Fuente: RRHH Press

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